lunes, 23 de diciembre de 2013

Miss Alaska



Aquella noche
mi gélida piel
ardía la tuya
mas tus manos
mi frío pronunciaban.

Quién sabe el por qué
de la nieve
de la ausencia
del violeta de mis labios
sangrantes si río.

Sea la muerte
ya no importa.
Importa este cuerpo
entumecido de dolor
respirando sin causa.


















Gracias.